EL ANILLO DE FUEGO DE ELUL

Yo recuerdo el Futuro

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A petición de mi rey
visité el Oráculo sagrado.

Más que del Oráculo buscaba
en mi los Dones que me
fueron impuestos en mi infancia.

Más de lo que estaba determinado
buscaba respuestas de lo que
se podría cambiar para fortuna
de la Nación y del destino del pueblo.

Y si el pasado y el futuro están
en la mano del Oráculo y pueden
ser cambiados, no así cuando
ya ha sido dicho por Dios.

Así pues, en medio de los 23,
le mostré a nuestro rey sobre las
aguas someras lo que el Oráculo
nos dio a ver, y se le mostró
lo que a ningún
otro rey se le ha mostrado.

Y cada uno le mostró lo que a
los reyes de este mundo
servíamos y nos servían para
completar el círculo final.

De los cuales 10 aún no han
sido coronados más a una
lo serán todos, a una cederán
su trono y a una lo recuperarán.

Así pues se le mostró la
puerta del tiempo
en las profundidades de la tierra,
por la cual en tres ocasiones más una
harán Guerra las Naciones
contra mi pueblo.

La cual al final de los días es la puerta
de escape del remanente de mi pueblo
hacia Petra, de donde los salvará el Señor.
Y su ubicación es solo conocida por
el Oráculo y aquél a quien
quiera darlo a saber.

Y aquella guerra lejana
y cercana en días de Elul,
anunciada y de imprevisto...
será como un relámpago
y como una espada de Dios.

Aunque el rey del este salvará
a sus hijos sufrirá gran pérdida.

Pues perderá a su hermano rey
y su pueblo del todo.

Un anillo de oro sobre
el centro de la cruz, en donde
se encuentra el Oráculo
marcará el inicio de la batalla
que caerá del cielo,
y vendrá de la tierra y del mar.

El estruendo de su aniquilación
será en todo el mundo.

Y el corazón de los inicuos
será como cera que se derrite al calor.

Más los hijos de Dios no
temerán al nuevo sol.

Se le mostró entonces a mi rey,
la destrucción de sus enemigos
que día y noche claman
su odio y el deseo de la destrucción
del pueblo de Dios y de la Ciudad Santa.

Así como en los días antiguos
serán destruidos sus enemigos
y entre ellos no se contará nunca más
a Siria, más lo que se salvaré de Persia
vendrá contra mi pueblo en
aquél día malo.

Y en esas aguas llenas de visiones
se le mostró sus propias pérdidas.

Miró pues mi rey con suma tristeza
la pérdida de esta tribu de mi pueblo
la cual está al norte de la Nación.

Se le mostró a mi rey,
el destino de la gran nación,
la cual como un rey cándido
será traicionada por su propio
hermano, el hermano al que
procuró y cuidó en sus calamidades.

Más su destrucción, por la 
acumulación de sus pecados
será ya de largo tiempo preparada.
Pues serán sus maldiciones
sobre sus hijos
en la forma de terremotos
y montañas llenas de fuego
que si bien no destruirán a la nación
del todo, la esparcirán por el mundo.

A mi rey y al salir del Oráculo
todo le fue como un sueño extraño.
Y buscó revelación para su sueño,
más todo esto fue para
que elevará su espíritu
y supiera que hacer en los días malos
porque el tiempo para
la casa de Israel había llegado.

Publicado en Facebook el Jueves 17 de Agosto de 2017.