Nunca he respetado hojas blancas
ni he guardado tinta para mañana.
En cambio...
dedicatorias hermosas
quedaron ocultas
en versos y prosas.
Pero a usted maestro
sea mi pluma honrosa
y mis palabras graciosas.
Y quede eterno y humilde homenaje
a su falta de respeto por las hojas blancas
y a que nunca guardó
para el día de mañana,
tinta para escribir palabras sabrosas.
Sábado, 31 de Marzo de 2012.